Con un sentido y póstumo homenaje al escritor Tomás Fernández Robaina y la entrega de premios y condecoraciones, se realizó en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí (BNCJM), el Día del Bibliotecario y las Bibliotecas, celebrado cada 7 de junio en recordación al nacimiento –1812– de Antonio Bachiller y Morales, considerado el padre de la bibliografía cubana.

La festividad fue organizada por la Asociación Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI), la Sociedad Cubana de Ciencias de la Información (SOCICT) y la BNCJM. Se dedicó también al 40 aniversario de la Facultad de Comunicaciones (FCOM) de la Universidad de La Habana.  Un emotivo material visual recordó a la figura del recién desaparecido intelectual Fernández Robaina, Tomasito, como todos le llamaban y como será recordado para la posteridad. Trabajador incansable de la Biblioteca Nacional, de la que fue investigador titular entre otras responsabilidades, se subrayó su exquisitez en el trabajo bibliográfico.

Testimonios de la MsC. Mabel Hidalgo, compañera de trabajo del extinto, dieron prueba de su amor por la profesión, a la cual siempre situó como su primera y principal labor, además de recalcar su excepcional condición humana. Se rindió un minuto de silencio a su memoria. De su impronta y valía se refirió también Omar Valiño, director de la Biblioteca Nacional, quien, enfatizó sus estudios del negro en Cuba, del cual fue pionero, miembro activo de la Comisión José Antonio Aponte de la UNEAC y profesor universitario, pero sobre todo y ante todo, bibliógrafo. En general, subrayó la tremenda importancia del trabajo de las bibliotecas y sus especialistas.

Las palabras inaugurales de la ceremonia fueron dichas por Margarita Bellas Vilariño, presidenta de la ASCUBI. Aludió la unión de las organizaciones involucradas en el sector para la superación y el empoderamiento del gremio, así como “el papel que juegan esos profesionales en sus instituciones como agentes de cambios para una transformación social positiva… y su contribución a los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030”, según afirmó.

Las bibliotecas y su personal, continuó, “son un baluarte constante en el desarrollo económico y social de la nación cubana; las bibliotecas, sean públicas, especializadas, escolares o académicas, son de vital importancia para la sociedad civil de un país, porque satisfacen las demandas y necesidades básicas de información de sus usuarios, promueven la lectura en cualquier tipo de formato, aportan buenas prácticas que contribuyen al empoderamiento ciudadano”, señaló.  

Se hizo entrega de los premios anuales de ASCUBI. El Premio Anual José Antonio Ramos, dedicado a la publicación de materiales vinculados a la profesión, fue obtenido por Esther Mayor Guerra, filial Santiago de Cuba; el María Teresa Freyre de Andrade, concedido por la contribución al patrimonio y servicios bibliográficos, así como la promoción de la lectura, recayó en Miriam Rafaela Palmero Meneses.

En tanto el premio Marta Terry In Memoriam, otorgado al desarrollo como directivos al frente de una institución bibliotecaria, fue obtenido por Liudmila Leyva Aguilar, de la filial de Holguín; el Olinta Ariosa de la promoción de la lectura, el conocimiento e investigación a la labor docente, fue conferido a Viviana Virgen Gámez Guilarte, filial Holguín y, premio anual María Villar Buceta de formación de bibliotecarios, a Alicia Sánchez del Collado.

Se entregó también el Premio Nacional de Bibliotecología Emilio Setién por la obra de toda la vida, otorgado en esta ocasión a Guillermo González Junco, filial Habana y Caridad Conteras Llorca, filial Matanzas.

Igualmente, se entregó el sello conmemorativo Antonio Bachiller y Morales, la más alta distinción que ofrendan la ASCUBI y la SOCICT desde 1986, a un grupo numeroso de bibliotecarios de varias filiales del país. La Dra. Annia Hernández, jefa del Departamento de Ciencias de la Información dio lectura a la resolución conjunta que confiere dicha condecoración.

Las palabras finales fueron dichas por la Dra. María Aurora Soto, presidenta de la Sociedad Cubana de Ciencias de la Información que señaló el papel de la información, “todo el año y todos los días ofrecemos el servicio de información para estudiantes, profesores y trabajadores… somos profesionales de la información en cualquiera de sus formas”, concluyó.  

En el homenaje, estudiantes de esa especialidad del FCOM mostraron resultados de las investigaciones realizadas por ellos relacionados con el tema bibliotecológico.