Hace diez años por esta misma fecha, llegaba la noticia de la pérdida física de la destacada actriz Zenia Marabal, una mujer que no se dejaba vencer por el tiempo y hasta casi sus últimos días, deleitó con su presencia en programas de la pantalla chica.

Solía vérsele comúnmente en programas humorísticos como “Pateando la lata”, “Deja que yo te cuente”, o en el espacio humorístico sabatino de la televisión cubana, “La descarga”, junto a Aurora Basnuevo y Mario Limonta, hasta casi sus últimos días de vida, pero detrás de aquella mujer, que con pocas palabras hacía reír, había una gran actriz, una artista en su totalidad.

Según un cable de la agencia Prensa Latina, publicado hace algún tiempo ya, relata que dirigió durante casi una década el Teatro Musical de La Habana, en el cual formó a varias generaciones con su particular manera de desdoblarse en personajes dramáticos y humorísticos.

Es que Zenia Marabal, fue una de las más notables figuras del teatro musical en la Isla. Desde joven comenzó su carrera en las tablas en 1945 y seis años más tarde debutó en la televisión, logrando una familiaridad inseparable con este medio. Ella lograba una simbiosis entre el drama y el humor, y con gran facilidad se paseaba por estos géneros, aunque quizá el humor tendría más peso en su carrera.

Muchos pudieran recordar también su paso por programas como “Cabaret Regalías”, “Los abuelos se rebelan” y “La brújula”, o sus actuaciones en películas como Habana Blues, bajo la dirección de Benito Zambrano. Estas junto a muchas otras producciones audiovisuales, constituyen un acercamiento a su desempeño actoral y a su peculiar forma de interpretar cada personaje.

A diez años de su partida física, queda en el recuerdo de muchos, el carisma, la sencillez y humildad de aquella mujer que trascendió por un estilo muy propio en la escena cubana.