Desde su inauguración en abril de 2013, hasta el pasado mes de septiembre en que se realizó el encuentro más reciente, el espacio cultural “Sobre una palma escrita”, en Sala Cubana de la Biblioteca Nacional José Martí, ha estado sesionando sin interrupciones para satisfacción de los asistentes.

Se trata de un encuentro con frecuencia bimestral para versar sobre temas de nuestra cultura, literatura e historia, empleando como base la información existente en la Sala y los conocimientos del invitado. Ya suman 26 los encuentros realizados. Autores de la valía de Ana Cairo, María del Carmen Barcia, Pedro Pablo Rodríguez, Carlos Venegas, Eduardo Torres Cuevas, Araceli García Carranza, Emilio Cueto y Olga Vega, entre otros reconocidos intelectuales e investigadores cubanos, han desfilado por el espacio ofreciendo sus conocimientos sobre distintos tópicos.

En el último encuentro se trató sobre José Raúl Capablanca, el gran maestro y Campeón Mundial de Ajedrez cubano, figura que llenó de gloria a Cuba y la ubicó en la geografía mundial, en una época en que la isla solo era visible por su gran producción azucarera, sus dones turísticos y por la lamentable existencia de algunos regímenes despóticos que la desgobernaron. La sesión se realizó a sala llena. Como es usual en el espacio, los especialistas de Sala Cubana, sus organizadores, volcaron para el disfrute de los asistentes toda la información ajedrecística disponible en su tesauro. En un material gráfico proyectado contra una pantalla, el especialista Amado del Pino Estenoz, charló buen rato sobre los documentos que guardan los fondos de la Sala vinculados a Capablanca y al ajedrez. Fue una conferencia plena de información y datos muy interesantes, ilustrada de principio a fin y que resultó exhaustiva sobre el tema. Probablemente muchos aficionados y amantes del ajedrez desconocen que en la Biblioteca Nacional se atesoran tales datos y documentos.

La adecuada preparación de del Pino Estenoz hizo que su disertación motivara la atención de los presentes. El especialista mostró imágenes de la presencia en la Cuba decimonónica de extraordinarios ajedrecistas como Paul Morphy, Wilheim Steinitz y Emanuel Lasker, sobre la labor pionera en la divulgación del llamado juego ciencia en la isla llevada a cabo por el periodista  Andrés Clemente Vázquez a finales del siglo XIX, dio también una buena información sobre el deslumbrante periplo cubano de Morphy, mostró documentos sobre el amateurismo ajedrecístico, los primeros problemas de ajedrez publicados en Cuba y sobre la modalidad del ajedrez “a ciegas”. Cuando la presentación llegó a la figura de Capablanca, el especialista amplió su información y   destacó el relieve como jugador, figura pública y dinamizador del ajedrez, lo que ocupó varias diapositivas del despliegue visual. Fue realmente una información muy amena y útil.

Posteriormente, el que esto escribe, continuó abundando sobre la vida de Capablanca y habló extensamente sobre la biografía, Capablanca. Leyenda y realidad, escrita por Miguel Ángel Sánchez, y editada en Cuba por Ediciones UNION, en 2017 (anteriormente se editó por la editorial norteamericana Mc Farland en 2015). El libro, presentado el pasado año en los jardines de la UNEAC, es una biografía erudita, con toda seguridad la más erudita publicada hasta el presente, con una buena cantidad de partidas del campeón comentadas, con resultados de los grandes torneos internacionales en los que participó el jugador cubano y con suficiente apoyo fotográfico.

Ese libro, en dos tomos, ganó en 1978 el Concurso de Biografía de la UNEAC, gracias al fallo de un prestigioso jurado integrado por Manuel Moreno Fraginals, Graziella Pogolotti y Francisco López Segrera. Recuerdo que se agotó de las librerías rápidamente. Ahora, cuatro décadas después, vuelve a editarse con mucha mayor información. Y es que durante todo el tiempo que medió entre una y otra edición, Miguel Ángel Sánchez se mantuvo indagando acuciosamente sobre la vida de Capablanca y agregándole información al texto. Se trata, por lo tanto, de la obra resultante de una vida, la de Miguel Ángel, inmersa en descubrir las interioridades y avatares de otra existencia, la del Campeón. Sánchez, escritor y periodista, fue un activo jugador de ajedrez en la Cuba de los sesenta y setenta del pasado siglo y trabajó en la organización y desarrollo de los torneos Capablanca in Memoriam y la Olimpiada Mundial de Ajedrez, celebrada en La Habana, en 1966. El libro puede hallarse todavía en algunas de las librerías de la capital (el plan original era venderlo al final de la presentación en la propia Sala Cubana, pero los déficits de combustible de esos días en la ciudad lo impidió).

Al finalizar los presentes hicieron algunas preguntas a los dos ponentes, lo que originó un activo diálogo y después, para concluir, se sirvió un agradable te frío. Sugiero a los lectores que estén pendientes de los avisos de Sala Cubana de la Biblioteca Nacional José Martí con vistas a la venidera sesión de “Sobre una palma escrita”, en el mes de diciembre, pues como dice un clásico de estos tiempos, vale la pena.