Otra buena presentación de “Una década de música: el sonido anglosajón de los 80”


otra-buena-presentacion-de-una-decada-de-musica-el-sonido-anglosajon-de-los-80
Fotos: Cortesía de la autora.

La presentación del libro Una década de música: el sonido anglosajón de los 80, de Joao Fariñas, fue una de las acciones de la jornada literaria que bajo el nombre de “La fiesta de los libros”, tuvo lugar en la calle 23 de El Vedado, desde G hasta Malecón, como cierre del Verano cultural cubano.

Este título nace de una investigación que su autor desarrolló durante cinco años y que ya había dado como resultado los volúmenes Dos décadas de música: el sonido anglosajón de 1960-1980 (2011), y El largo y tortuoso camino de los Beatles (2015), ambos publicados por la Editorial Arte y Literatura, al igual que este.

El volumen es una esmerada indagación sobre los más trascendentales cultores de la música anglosajona de los 80 del siglo XX, que compila sus discos y canciones más representativos, así como los más importantes premios que alcanzaron con su música.

Joao Pablo Fariñas González (La Habana, 1979), periodista y guionista de programas radiales, estructuró el texto en forma de diccionario; el volumen incluye además los anexos “Cien mejores compositores de todos los tiempos según la revista Rolling Stone”; “Listas de los sencillos que ocuparon semanalmente la posición No. 1 del Hot 100 de la Revista Billlboard en los Estados Unidos desde 1980 hasta 1990”, y “Los Premios Grammy (1981-1990)”.

El profesor, narrador y ensayista Francisco López Sacha presentó una vez más este texto e inició su intervención remontándose al surgimiento del rock en el Sur profundo de los Estados Unidos, «es el milagro de la fusión entre el guajiro y el negro estadounidense, como mismo pasó en Cuba con el son», afirmó.

Igualmente recordó que a finales de los años 40 y principios de los 50 este género no tenía nombre «pero se bailaba balanceándose, entonces un DJ de Nueva York lo nombró rock and roll (muévete y balancéate); de acuerdo a la síncopa musical del momento (2 x 4) ese era el ritmo que merecía el nombre de rock and roll».

Más adelante subrayó que fue un género que «tuvo que luchar»: ya que tuvo en su contra a la prensa, a la academia, a los políticos y a la Iglesia. «Decían que era un ritmo diabólico que incitaba a la fusión de clases, a que los negros bailaran, al sexo, porque era un ritmo para gozar, como el son y la rumba y una sociedad tan pacata como la anglosajona norteamericana lo frenó, pero no pudo evitarlo», anotó.

Comentó a continuación que a partir de los años 1955 y 1956 ocurrió la gran explosión del rock que llega hasta el día de hoy y que este libro es el resultado de la expansión de lo que estalló en los primeros cinco años de la década de los 50. «Ese estallido fue tan fuerte, tan orgánico, que pervivió, se transformó y se modificó», aseveró López Sacha.

Anotó López Sacha que en el libro anterior se aprecia que los años 50 son la explosión y los años 60 son la revolución del rock. En los 60 el género pasa a una fase cualitativamente superior cuando llegan Ray Charles, Bob Dylan y Los Beatles, que le dan un giro total a la masa musical del rock e integran al mismo otros géneros como el mambo, el chachachá, la rumba, el country, el rock and roll puro, elementos del jazz, creando otra lírica.

«Bob Dylan puede decir en un extraordinario texto todo lo que el rock no podía decir porque estaba obligado a marcar la síncopa; él estrena una manera de frasear que viene del blues y le incorpora la alta poesía, Los Beatles lo hacen a su manera y otro grupo de músicos en los 60».

El rock, siguió diciendo, llegó a un punto muy elevado en los años 71, 72 y 73, fue su momento cumbre, en el cual se produjo el rock sinfónico, el heavy metal, el rock duro y otras variantes; álbumes como Sticky Fingers, de The Rolling Stones; Tapestry, de la canadiense de Carole King; A Night at the Opera, de Queen y sobre todo Pictures at an Exhibition, primer álbum en vivo de la banda de rock progresivo Emerson, Lake & Palmer, gran monumento del rock sinfónico.

«Ya no era exactamente rock, ya era música de concierto con base ritmática del rock and roll, todavía quedan reminiscencias y Fariñas estudia estos representantes en el volumen actual, en un momento en que otras tendencias del rock lo abaratan, le bajan el nivel de calidad y lo ponen a la altura de cualquier espectador y de cualquier músico», pero señaló como una de las honrosas excepciones a la agrupación irlandesa U2, que continuó haciendo el rock de los 70 y mantuvo la estética más inteligente que logró el género.

En los años ochenta, explicó Sacha, el rock se convierte en un negocio, en una gran máquina de hacer dinero, con grandes conciertos en grandes stadiums, y puso como ejemplo el concierto que en el año 2012 dieron en Río de Janeiro The Rolling Stones, al que asistieron 2 millones de personas, record aún no superado.

El rock, dijo, se convirtió en la música de la segunda mitad del siglo XX; la primera mitad del siglo XX fue del jazz y del son y la segunda del rock. «Todavía está por ver qué música le tocará al siglo XXI; hasta ahora sigue siendo el rock porque no creo que el reguetón ocupe un lugar meritorio dentro de la música que se toca y se escucha en este siglo».

Aseguró que el rock entró a las raíces cubanas y las raíces  cubanas entraron al rock; hace ya muchos años hay una fusión absoluta de ambas tendencias que pertenecen a la misma ritmática y al campesino pobre y al negro.

Por último, aconsejó a los lectores leer los dos libros, pues ambos, consideró, son extraordinarios materiales de consulta.

«Recomiendo que tengan el libro de Fariñas, que lo ojeen, que lo guarden. Léanlo, pues muestra precisamente los grupos que no llegaron a contaminarse del todo y que todavía siguen produciendo una música de calidad».


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte