Primero fueron las notas del Himno Nacional por el Coro Nacional de Cuba dirigido por la maestra Digna Guerra, luego la carta del presidente Raúl Castro donde felicitaba a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) por el 55 aniversario de su fundación.

Una noche emotiva, de recuerdos y patente compromiso con el futuro del país, resultó la velada efectuada en el Gran teatro de La Habana Alicia Alonso, en el que los presentes hicieron suyas las palabras del General de Ejército leídas por el poeta y etnólogo Miguel Barnet, presidente de la organización que nuclea a la vanguardia artística en la Isla.

La misiva destacó el papel de los escritores y artistas en las diferentes etapas de la Revolución y su importancia al servicio de la cultura, manifestación considerada por el Comandante en Jefe Fidel Castro “escudo y espada de la nación”.

El presidente cubano recordó en sus palabras los momentos fundacionales del UNEAC, cuando el país en medio de una difícil situación no descuidó “las labores estratégicas de la educación y la cultura”.

La Unión de Escritores y Artistas de Cuba, fue creada en 1961, año en que fue derrotado el imperialismo en Playa Girón y en el que el pueblo llevó adelante la Campaña de Alfabetización, suceso que calificó como “el acontecimiento cultural más trascendente de nuestra historia”.

Ese fue el año, destaca la carta, en el que “Fidel se reunió con los escritores y artistas y pronunció el discurso de tanta vigencia conocido como “Palabras a los intelectuales”.   

“Luego surgió la UNEAC, presidida por el gran poeta Nicolás Guillén, que convocó con espíritu unitario a la vanguardia artística y se sumó a la construcción de las martianas “trincheras de ideas”.

El presidente cubano destacó las amenazas que hoy atentan contra el campo de la cultura, a las que precisó en “los proyectos subversivos que pretenden dividirnos y la oleada colonizadora global”, a la vez que llamó a la organización a encarar “con valentía, compromiso revolucionario en inteligencia, estos complejos desafíos”.

Como actual presidente de la UNEAC, Barnet resaltó que felizmente el aniversario 55 de su creación coincide con el cumpleaños 90 del Comandante en Jefe, y recordó que si en sus inicios tenía pocos integrantes, en su mayoría de la capital, hoy la membresía llega a la cifra de los nueve mil afiliados de todas las partes del país, agrupados en sus cinco asociaciones 15 comités provinciales y varios municipales.

La promoción y estímulo de la obra de nuestros escritores y artistas, dijo el autor de Biografía de un Cimarrón, son nuestras prioridades y por ello “trabajamos mancomunadamente con el sistema de instituciones del Ministerio de Cultura, con el Instituto Cubano de la Radio y la Televisión y otras instancias de promoción de la producción artística y literaria”.

Recordó además como desde el pasado 8vo congreso de la organización, trabajan de manera constructiva la necesidad de perfeccionar y alcanzar nuevos hitos en el sistema educativo, con énfasis en la enseñanza artística y la incidencia de la cultura en la formación de valores éticos y estéticos.

Destacó el compromiso ineludible de los escritores y artistas para con la renovación del socialismo, y a la vez aseguró que es en el terreno cultural donde “se define en buena medida la brújula de la Revolución Cubana”. 

“El único modo de construir un modelo que responda a esas aspiraciones frente al poder avasallador del capitalismo neoliberal es formando ciudadanos conscientes de su historia, dueños de su propio imaginario y comprometidos con el proyecto de transformación social”, apuntó.

A la gala artística por el 55 aniversario de la UNEAC asistieron José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, Abel Prieto Jiménez, ministro de Cultura, la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, y varias personalidades del gobierno, el estado, la sociedad civil y la cultura nacional.

La unidad dentro de la diversidad fue el concepto que primó en la propuesta artística de la noche a partir de una selección de manifestaciones de auténtica criollez, que mostraron algunas de las expresiones raigales de nuestra nacionalidad y otras en las que Cuba exhibe notables logros.

Sobre las tablas del Gran Teatro repicaron los tambores de Yoruba Andabo, deslumbró la sincronía de las voces del Coro Nacional, arrancó aplausos la excepcional técnica del Ballet Nacional de Cuba y señoreó el son con el "Échale salsita" que interpretó el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro.

Los hilos conductores fueron fragmentos de poemas de José Martí, Héroe Nacional, y Nicolás Guillén, Poeta Nacional y primer presidente de la UNEAC, e las voces de los actores Verónica Lynn, Susana Ruíz, Alden Knight y Alberto González, todos bajo la dirección artística del coreógrafo Alberto Méndez. 

 También actuaron el talentoso pianista Roberto Carlos Rodríguez Valdés “Cucurucho”, el trío Lecuona, la Compañía Ecos y la soprano Milagro de los Ángeles.