La Jungla, de Lam, recreada en el cartel del 49 Festival Cervantino


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La célebre obra La Jungla (1943), del más universal de los pintores cubanos, Wifredo Lam (Sagua la Grande, Las Villas, hoy Villa Clara, 8 de diciembre de 1902-París, 11 de septiembre de 1982), está recreada en el cartel oficial de la 49 edición del Festival Cervantino, que se celebra en la ciudad mexicana —Patrimonio de la Humanidad—, de Guanajuato, hasta el 31 de octubre y en el que Cuba y el estado azteca de Coahuila son Invitados de Honor.

El autor de la obra, el joven de 27 años Ángel Montiel, graduado en la especialidad de Artes Digitales en la Universidad de Guanajuato, dijo que en la realización de su diseño se inspiró “en la pintura La jungla, del artista cubano Wifredo Lam, e hizo una reinterpretación de las corrientes del cubismo y el surrealismo, con la que buscó conservar el carácter caribeño y la exaltación de las culturas negra y china de Cuba.

El cuadro fue pintado por el gran maestro de las artes visuales en el año 1943 y actualmente se exhibe en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Ha sido interpretado por críticos y especialistas como la síntesis de un ciclo antillano, en virtud del espacio barroco dominante y de la atmósfera creada por la asociación de lo humano, lo animal, lo vegetal y lo divino.

Cuando se escudriña el diseño del cartel de Montiel trasciende el espíritu del paisaje recreado por Lam en La Jungla, donde se entretejen desde una suerte de cañaveral y bosque tropical, hasta elementos representativos y simbólicos de deidades yorubas, animales, rostros humanos, sugerencias fálicas y glúteas, diablillos y muchas otras representativas de cubanía.

Ángel Montielcreó el cartel oficial de la 49 edición del Festival Cervantino

El trabajo del joven nacido —y residente— en la ciudad de Irapuato, ubicada hacia el centro del Estado de Guanajuato —en la zona conocida como El Bajío—, no trata de complejizar o transpolar el discurso de Lam, sino más bien toma la esencia de una obra cumbre del arte universal que fue calificada por el eminente crítico francés Alain Jouffroy (París, 11 de septiembre de 1928-20 de diciembre de 2015 ) como el primer manifiesto plástico del Tercer Mundo.

Montiel  comentó además, que buscó elementos que coincidieran con los invitados: Cuba y el estado de Coahuila, los cuales reinterpretó a través del cuadro de Lam. “Me gusta mucho ese pintor cubano que trabajó con Pablo Picasso, por eso retomé ciertas formas de esa pintura. Traté de hacer una reinterpretación de las corrientes del cubismo y el surrealismo presentes en sus creaciones y a través de estas reflejar el carácter caribeño, la exaltación de las culturas negra y china de Cuba.

Se inspiró también en la subcultura neoyorquina conocida como ballroom voguing

Agregó que como la temática del festival era la Identidad, igualmente se inspiró en la subcultura neoyorquina conocida como ballroom voguing, un espacio de liberación y expresión para la comunidad LGBTI que en su momento era perseguida y discriminada. En esta se unen el baile, el lip sync, el modelaje y el performance. Si bien se tienen antecedentes de reuniones con elementos similares desde finales del siglo XIX, se estima que el primer ball ocurrió a comienzos de los 60 del pasado siglo.

Durante las siguientes décadas de los 70 y los 80 fue el gran auge de estos espacios, principalmente entre jóvenes afro y latinos y personas trans, que fueron rechazados por sus familias a causa de su orientación sexual o identidad de género. En 1990, el documental Paris Is Burning, así como el sencillo Vogue, de Madonna, contribuyeron a visibilizar la cultura del ballroom a un nivel más amplio.

 “París is burning, de 1990, dirigido por Jennie Livigston, es un documental que me gusta mucho, que habla del movimiento ballroom en Nueva York de los 80, personas de la comunidad LGBTI con mucha imaginación que se reunían para hacer competencias de baile que simulaban los perfiles y las portadas de las revistas de la época, y me gustó mucho esa idea porque era como enfrentar tu identidad; aunque no eran las mejores condiciones, ellos buscaban expresarse de esa manera y pareció perfecto tener referencias de este para representar el tema de la identidad, el cual también está evidentemente explícito en La Jungla, de Lam.

 “Tomé —agregó— las líneas y colores de esa obra, con el propósito de darle el toque de festividad del ballroom voguing; y eso me pareció correcto”.

Mariana Aymerich, directora general del Festival Internacional Cervantino, afirmó que el cartel de joven de Irapuato  es resultado de la convocatoria abierta para estudiantes de la Universidad de Guanajuato: “Nos gusta esta idea de estar cerca de los jóvenes del estado, que es sede oficial del festival desde hace 48 años; queremos que estén siempre cerca y recuerden que es suyo. El cartel ganador refleja el colorido de nuestros invitados de honor, Cuba y Coahuila, y, por supuesto, la alegría de volver a hacer el festival de manera presencial.

Luis Felipe Guerrero Agripino, rector general de la Universidad de Guanajuato, destacó la creatividad del estudiante de esa casa de altos estudios y reiteró el vínculo que existe entre el Cervantino y los  jóvenes estudiantes.

El comité de selección de la imagen del cartel estuvo integrado por Rebeca Aguilar Morales, en representación de la Escuela de Diseño del Instituto de Bellas Artes y Literatura; María Fernanda Arnaut, del Centro de Cultura Digital; Ricardo Lozano, director ejecutivo del Abierto Mexicano de Diseño; el maestro José Osvaldo Chávez Rodríguez, de la Universidad de Guanajuato; y Mariana Aymerich, en representación del Cervantino, quienes eligieron por unanimidad el proyecto del joven graduado en Artes Digitales.

Ángel Montiel, afirmó que creció marcado por el desarrollo del Festival Internacional Cervantino. “Cuando era pequeño mis padres me llevaban a la capital del estado para que disfrutara de los espectáculos, así que cuando vi la oportunidad de ser parte de esta fiesta al participar en el concurso del cartel, no lo dudé, pues para mí era muy importante presentar mi obra a este convocatoria porque yo soy de Guanajuato y porque el Festival Internacional Cervantino es lo que nos identifica y por lo que nos reconocen en todo el país y en el mundo, así que como guanajuatenses es muy padre ser parte de esta fiesta cultural, una de las más importantes del país y del orbe, la cual siempre se ha preocupado por difundir la cultura latinoamericana y de otras naciones de todos los continentes.

“El Cervantino ha buscado nuevas formas de alimentarse y de hacer cosas novedosas”, subrayó.

 


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