El tiempo ha pasado rápido, como suele siempre ocurrir. La Feria Internacional de Artesanía FIART ha crecido mucho, y, a pesar de los años, sigue atrayendo como el primer día. Es que los productos manuales, salidos de la imaginación/espíritu del hombre/artesano son propuestas atractivas, porque tienen algo de lo interno del ser humano, lo profundo, ese mundo extraño que corre por dentro y sale convertido en obra de arte.

La 18va. Edición de FIART, con apellido 2014 es una realidad en el recinto ferial de PABEXPO hasta el 21 de diciembre, y aunque conspira contra ella cada diciembre el Festival de Cine, miles y miles de habaneros llegan atraídos por ese imán artesanal que convoca la expectativa de quienes desean volver a seducirse por el gigante espejo donde todos nos reconocemos. Porque los artesanos crean un universo semejante al nuestro, a partir de los variados e inimaginables materiales encontrados en la Naturaleza, que, al pasar por el tamiz del talento creador, y “aderezado” con la pericia e imaginación infinita del hombre, se transforman, en las manos, en mil y un motivos para la admiración, el encantamiento y la fantasía. Infinidad de aplausos visuales reciben cada día los objetos expuestos, que, son, la materia prima del espíritu humano que cobra vida en la realidad.

Todas las salas de PABEXPO están abiertas a la Feria, y no existe ni un espacio libre. Allí respiran las artesanías llegadas de Indonesia, Perú, Panamá, Costa Rica, Ecuador, India, España, Indonesia, Guatemala, México, Italia, Argentina, Colombia, Venezuela, Corea del Sur, Trinidad y Tobago y, sobre todo, Cuba, que en total suman 382 stands (276 de artesanos nacionales, 66 expositores de otras naciones, 9 instituciones del sistema de la cultura invitadas y 31 de las distintas filiales de la empresa). Algo que hace visible en este encuentro auspiciado por el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), desde hace 27 años, es esa capacidad de atraer el arte manual de muchos países para el disfrute de los cubanos. Un indicador que muestra el interés en Cuba y el mundo por participar aquí.

Una mirada a la amplia muestra, deja ver un mejor trazado de diseño, especialmente en la sala C donde los muebles —a los que se ha dedicado el foro en esta oportunidad, conjuntamente con la provincia Guantánamo, así como los proyectos allí representados—, respiran en un agradable ambiente. Dado, en primer lugar, por una amplia visualidad, pues, además de que no están “compactados”, los diversos artesanos han aportado, estéticamente una personalidad a sus emplazamientos respectivos, donde se observa un interés por resaltar los trabajos expuestos de forma diferente, algo semejante a lo que sucede también en el área dedicada al calzado. Es menester saludar el concepto de ubicación por temática —lo más posible que se pudo—, con un interés notorio de ayudar al público a encontrar lo buscado más fácilmente, y que no se pierda, pues, en esta oportunidad se añaden más señalizaciones. Sin embargo, nada es perfecto.

El resto de las salas, A y B, siguen los caminos laberínticos/compactos  habituales, con un escaso o nulo diseño ambiental, de forma general. Aunque, individualmente, buscando con cuidado, también se pueden extraer algunos signos de laboriosidad, en cuanto a la labor de ambientación de los stands. Pero que en la gran mayoría solo suman objetos y ¿artesanías? —si se pueden llamar así, en el mejor de los casos—, sin tener en cuenta una agradable presentación de los productos.

A pesar de todo, FIART 2014 es una fiesta del arte manual, y debemos apoyarla, porque detrás, hay un enorme esfuerzo de los organizadores por hacerla posible cada año, para el disfrute del pueblo trabajador que encuentra en ella muchas motivaciones/alegrías, máxime en esta época del año.

En la sala C, donde hay una agradable visualidad desde la misma entrada, hay mucho por resaltar: el espacio de Paco/Nadia/Laura está signado por la imaginación y talento al trabajar la madera, combinada con pinturas (cuadros abstractos) y diseños de esas obras en muebles muy sencillos, en los que no faltan aspectos del necesario reciclaje de lo antiguo e “inservible” que vuelve a “vivir” en sus laboriosas manos: lámparas y adornos que causan admiración; el de Vilma Bartolomé entrega claves contemporáneas en diversos enseres que despiertan el pensamiento; Leo & Migue exponen sus “obras”, en un agradable rincón con una gigantografía de la Plaza Vieja como fondo —donde destacan las singulares creaciones en las que lo geométrico se funde con la elegancia—, que parecen emplazadas en el mágico lugar de la antigua ciudad. Otro tanto a favor para Blondín que expone sus muebles en una “tarima” inclinada y diferente, con lumínicos, en el que destaca, sobre todo, un juego de cuarto infantil con elementos de un antiguo castillo, cuyas torres se iluminan y escoltan la cama, “cual lámparas!: Ensemble habla de los nuevos caminos del mueble de madera que cruza con mucha originalidad, en diseños actuales que raptan miradas, así como el de Aylette, con ese mobiliario de hierro donde se entreteje la fertilidad creativa en toda la extensión de los sueños. Por el largo camino reconocemos, por la calidad estética/utilitaria ese lugar que es centro de atención en el recinto: la hermosa y alta pérgola de la Familia Velázquez, donde la cerámica unida a la madera/hierro protagonizan la variedad de enseres para el hogar tanto en la decoración interna como externa: ya sea en juegos de terraza y playa, cuarto, cocina, comedor, mesas, bares, sillas, maceteros donde el buen gusto y el arte se conjugan para entregar un ajuar creativo que deslumbra por esa mancomunión del arte y la utilidad.

En un afán por ir sustituyendo cada vez más importaciones y crear en nuestro país, donde sobra el talento creativo y la imaginación, el FCBC y los artistas /artesanos muestran  empeños significativos donde se pueden añadir muchos otros: Edea con sus muebles de acero de singular elegancia, los Sueños exclusivos (Hermanos Sánchez) en los que el arte de importantes creadores de nuestra plástica. Zaida del Río, Flora Fong, Nelson Domínguez, Alfredo Sosabravo, Thelvia Marín, Ever Fonseca y Ernesto García Peña  se transforman en un original mobiliario en el aluminio fundido; Los chapuserios quienes con el pino cubense del Valle de Viñales hacen maravillas, Faro, Aldecoa, Bambú.com, La Tienda del mueble, y muchos más. Hay también espacios para otro elementos utilitarios en los hogares, como Arte Roca (piedra reconstruida), que a partir del lema “el arte de reinventar la piedra” logra desarrollar un producto innovador para el revestimiento de paredes, pisos… con piedras decorativas y mármol reconstituido, Arte Próceres con losas que causan admiración y otros motivos… y muchos más  que harían interminable la lista.

Otras miradas en el camino

En cada nueva edición, FIART nos deleita con el conjunto de la artesanía de otras latitudes. Pero sucede que en los últimos tiempos, los productos artísticos de los visitantes, en términos general, no logran “hechizar” por la calidad, y sobre todo, variedad de lo expuesto, si de autenticidad y pericia manual, estamos hablamos. Pero sí descuellan algunos pocos espacios como el de la Familia Oré (Perú) con las tradiciones resaltadas en el barro de Ayacucho que nos acompaña hace años. Se destaca, particularmente en la cerámica con la que acercan el universo de la Navidad, con toques autóctonos y propios de esa región suramericana: en los retablos, casas, pesebres, adornos, y bordados que desatan emociones; el de Ecuador (Maquinde) que con el auspicio de la embajada de su país aquí llega con variadas piezas de algunas regiones andinas, matizadas por su belleza y colorido;  Colombiarte con los textiles y joyería de plata; Típica Nabajense (Guatemala) subyuga las miradas con las habilidades típicas en textiles, bisuterías…), e Indonesia, en menor escala que otros años aproxima ejemplos de la artesanía de ese país: especialmente en las sedas y las máscaras de madera. Hay mucho más de Venezuela, Panamá, España, Argentina, Costa Rica, Trinidad y Tobago, Italia, India, Corea del Sur, y México.

De Cuba, hay mucho que ver y bueno. Dan la bienvenida y llaman mucho la atención, de Guantánamo —provincia a la que está dedicada FIART 2014—, por el refinamiento/creatividad/tradición las labores  de Carmen Fiol en su stand. La conocida artesana/artista en el arte del corte y costura, que ha recibido a lo largo de sus 90 años de vida, disímiles lauros y reconocimientos, tales como: Premio Maestría Artesanal FIART 2008, Premio Manos, Por la obra de la Vida en el 2005… muestra sus creaciones (vestidos, blusas…) en hilo, lino con aplicaciones en encajes, deshilado y otras, que denotan exquisitez. También de Guantánamo es el espacio de la Familia Matos —justo en la entrada de la Feria— que en la madera (ébano carbonero/guayacán/granadillo…) tallan infinidad de sueños, entre los que destacan unas balanzas donde las formas se transforman en aves, zapatos… para entregar, con excelencia y rigor, piezas con mucho humor criollo. Al final se encuentra el stand del FCBC de la provincia con diversas propuestas para el hogar, donde sobresalen los muebles creados a partir de los materiales de la región. Es una pena no poder atrapar, en una mirada, la laboriosidad de Guantánamo y su caudal creativo, pues hay que buscar por los diversos rincones y salas de la inmensa Feria, los stands dedicados a esta provincia que se encuentran distantes unos a otros, a pesar que a ella se ha dedicado este foro, y se pierde así el impacto de ver reunidos todos sus productos.

Por el recorrido atrapará piezas que le harán soñar. La orfebrería convoca muchos sentimientos/gustos cuando su vista enfoque la labor manual de artistas, de categoría de altos quilates. Entre otros se pueden subrayar los stands de Douglas Lucas, con los novedosos artefactos/objetos de hierro donde el surrealismo campea con la pericia artística; en el de Alberto Valladares, la danza se mueve en esculturas de bronces, plata… hecha bailarinas que giran en un interminable ritmo salidas de obras como Coppelia, Don Quijote…, amén de esas joyas que, en plata, constituyen propuestas de mucho vuelo creativo inspiradas en ballets de Alicia Alonso y otros gestos del movimiento; Mayelín Guevara y Remberto Ramírez , en un espacio compartido, enseñan una original joyería (plata, cuerdas de acero, cuero), la primera, y él variados anillos, colgantes… y unos cuadros, abstractos, en acrílico/tela, cuyas líneas son ocupadas por hilos de plata en el original dibujo; Jorge Gil regresa con esas maravillas “creatividas” que suma al titanio, en donde transpira la ilimitada sagacidad/habilidad a la hora de construir sus joyas, así como los novedosos trabajos, en alpaca, del grupo Pauyet…

La cerámica cobra matices diferentes en el recorrido y exhibe su dimensión de alto vuelo en las manos de creadores como los Hermanos Fonte (Felipe y Manolo) quienes despliegan talento e imaginación en los juegos infantiles); Brian Iglesias, descendiente de una generación de ceramistas acerca unos elefantes distinguidos de excelente factura y diseño; las elegantes piezas decorativas de Georgina en las que resaltan lámparas y adornos. Mientras que el mundo de la infancia alcanza el stand de la conocida creadora Julieta, donde encontrará mil y un motivos para ser feliz. El de Santacana combina la arcilla chamoteada con esmaltes y hierros para atraparnos con esculturas y muebles que despuntan por el colorido y la factura.

Sobre las superficies de las vasijas del stand de Azariel Santander prevalecen muchos recuerdos de más de un siglo en estos menesteres, en los que el arte de la alfarería de esta familia se viste de lujo, en obras muy tradicionales. Las lámparas y vitrales de Lorences encienden la admiración, con esas labores de la fusión que otorgan a sus creaciones un toque único y creativo que las subraya del conjunto. En el stand de galería Forma sobresalen los trabajos Eira Arrate/Yuneiki Estévez en el diseño/decoración de muebles antiguos, y las pinturas de Sandra Dooley (platos y mamparas). El arte del deshilado y bordado en Trinidad adquiere matices de alto vuelo en diversos rincones de la Feria, entre los que vuelven a destacarse las labores manuales de la premiada artista Ileana Hidalgo en los manteles, camisas y juegos de niños donde la actividad manual exhibe sus mejores galas/tradiciones, y en las artesanas Yerima Besada y Elia Marta Salabarría, quienes dialogan con los hilos y desbordan maestría en los textiles urdidos de manera mágica. En el stand de Figlass, el artesano Fidel Rigores regala muestras de lámparas y otros objetos realizados en bronce (cera perdida). El espacio de la galería Víctor Manuel nos atrae por la luminosidad de las bellas lámparas de Juan Carlos Catalá (art deco), y esas losas y colgadores de María Dolores Molinet que nos hacen traspasar fronteras irreales y líricas… Yaquel desborda imaginación en sus peceras en forma de faroles; el grupo Pieles OI (Orestes/Israel) de Artemisa demuestra que todo es posible de hacer en ese soporte; y la artesana Marina transforma las velas en mil y un motivos para el asombro.

Mucho más para disfrutar

Entre lo mostrado en esta ocasión hay obras singulares, como las mayólicas de Puyalena donde reúne piezas que remiten a otras épocas, así como los estelares abanicos de madera tallada y calada del trinitario José Miguel Rodríguez Cadalso. Con piel de madera aparecen los más variados objetos de la cotidianeidad con visible calidad, en el stand del FCBC de Holguín que resulta un ejemplo a seguir en FIART. En primer lugar por el sencillo y vistoso diseño, con una foto gigante de la casa colonial que alberga la entidad en su provincia que regala un aire autóctono y de buen gusto, donde reposan variados objetos que visten la artesanía allá: las piezas en “piel” de madera del laureado creador Osmany Reyes (Premio Fiart 2010) con esas manzanas y, peras y otras frutas  en cedro y caoba o sus botones de rosas en cedro calado, así como instrumentos musicales, y otros enseres en cuero y repujado. El de Matanzas vibra con el quehacer artístico de Manuel en cerámicas donde prolonga su quehacer pictórico y cubano. Mientras que un alegre espacio impresiona, por el nivel artístico y creativo en la ejecución de los peculiares obras (muñequería singular en madera, textiles…), de Leonor y el grupo Oriundos. Ellos, como imitando la realidad dan rienda suelta a la imaginación y crean en esa dimensión de sueños una casa colonial que alberga disímiles personajes ataviados a la usanza, así como a Bola de Nieves, y muchos más que usted podrá reconocer con ¡signos de admiración en la mirada! El buen gusto, la elegancia y la manera de mostrar sus trabajos, señorean en el stand de Freixas con sus excelentes diseños de ropa, camino por el que desandan también otros artistas como José Luis Rodríguez, Jesús Frías y el stand Xero (Xenia Fernández) y Leos Diseños…

En FIART 2014 se sumó un encuentro teórico con conversatorios de importantes creadores y especialistas en torno a la artesanía, se presentaron revistas de arte, proyectos y tuvo lugar el lanzamiento de la revista Pauta del FCBC, entre otras actividades que matizaron con palabras estos días de tanto asombro visual.

Indudablemente hay muchas más sorpresas manuales que podrá encontrar en el recorrido, pero es necesario mirar a fondo, y buscar con esmero para llegar a esas piezas que nos atrapen del todo. Lo comercial, en algunos casos, opaca lo artístico, aunque en esta ocasión, los organizadores han hecho mucho hincapié en este sentido para subvertirlo, pero entre los singulares y originales trabajos hechos a mano, se escurren piezas que no deberían estar, porque sin dudas desvirtúan la razón de ser de este arte de lo irrepetible. Pero FIART, no hay dudas, es un encuentro siempre esperado por el público cubano que lo anima con todas sus fuerzas, porque resulta un imán que atrapa, un espacio donde convergen realidad/irrealidad en un universo que se escapa de los sueños, el talento y laboriosidad de los artistas/artesanos para alegrar el duodécimo mes, desde hace ya más de dos décadas.