Los primeros días del mes de julio tren cada año a la ciudad de Santiago de Cuba, una nueva edición del Festival del Caribe. Grupos portadores de tradiciones de la región caribeña y otras naciones llegan como invitadas en casa ocasión a la fiesta que convierte a la ciudad heroica en capital del Caribe.

Un amplio a abarcador programa propone cada año la cita que dedica sus festejos a un país invitado de honor en cada una de sus ediciones. El Coloquio Internacional el Caribe que nos Une, constituye espacio de reflexión y debate sobre temas relacionados con la historia y cultura de los pueblos del Caribe. El espacio acoge a estudiosos e investigadores para dialogar y compartir recientes investigaciones acerca del entramado cultural de la región.

Con el objetivo de reconocer la labor de personalidades e instituciones nacionales y extranjeras que se han destacado en el fomento, desarrollo e investigación de la cultura popular tradicional, el festival entrega cada año el Premio Internacional Casa del Caribe, reconocimiento de alta valía y trascendencia.

El Festival del Caribe o Fiesta del Fuego, como también se le conoce a este gran cumbite de portadores de tradiciones, constituye un fenómeno cultural sin igual en Cuba. Durante aproximadamente una semana, Santiago vive el fervor de la cultura caribeña en toda su dimensión. La Galería Oriente acoge la muestra colectiva de artistas de la plástica en ocasión del Salón del Caribe que propicia la interacción y visualización del quehacer de los artistas visuales del territorio y otras naciones. La literatura se viste de gala con la presentación de libros y revistas, en especial la Revista Caribe, publicación insigne de la Casa santiaguera del Caribe.

El evento se erige como uno de los mayores y más trascendencia del área del Caribe. El clima de la región y las características de quienes habitan esta zona del orbe posibilitan que el Festival del Caribe se convierta en una real Fiesta del Fuego. Con el repicar de los tambores comienza cirsageando las principales arterias de la ciudad un desfile de la serpiente, considerada como la inauguración pública del festival. Con un toque de invocación a Eleguá, participan las agrupaciones nacionales y extranjeras, desde la Plaza de Marte y el Parque Céspedes.

La música gana el protagonismo de diversos espacios del legendario Santiago de Cuba. Los ritmos caribeños se mezclan con el folclor afrocubano y las sonoridades de otras latitudes, ofreciendo una magistral fusión.   Es el concierto “Sol, Mar y Folklore Caribeño”", solo un ejemplo de ellos, una mezcla de distintas expresiones de la cultura popular tradicional cubana (folklore haitiano-cubano y jamaicano, grupos de origen Congo, son oriental, la rumba y la conga oriental).

Cada año en el cerro del Cardenillo, en el poblado de El Cobre, el Monumento al Cimarrón espera su cotidiano ritual. Ahí donde se erige la escultura de diez metros de altura, del artista santiaguero Alberto, el ritual ya es una tradición. Habitantes de la zona y visitantes llegan hasta ahí para rendir homenaje en reconocimiento a la rebeldía esclava, para lanzar un grito contra la esclavitud.  

Santiago vive intensas jornadas de festejos y celebraciones en cada edición del evento, ya forma parte de la cultura y la idiosincrasia de quienes habitan esa ciudad.

Para los últimos días, el festival reserva momentos especiales. El desfile del fuego mueve multitudes por las calles santiagueras en una especie de fiesta interminable que tiene comienzo con un ritual Congo, en saludo a Nzambi, entidad suprema entre los practicantes de la religión palo monte. Es la ocasión en la que se nombra el país invitado de honor de la venidera edición y se realiza la entrega de la Mpaka, emblema de la Fiesta del Fuego, al país al que estará dedicado el próximo festival.

Con la quema del diablo, repican más fuerte aún los tambores en una especia de despedida hasta una nueva edición. Las calles Alameda de la Avenida Jesús Menéndez, acogen este momento en el que junto al mar, se le prende fuego a un gran diablo, símbolo de lo malo, que al quemarlo se deja preparado el camino para el próximo encuentro.

Toda una tradición, un festival imparable por las fuerzas y el deseo de sus organizadores y el pueblo, este año antes las actuales circunstancias sanitarias que vive el país y demás naciones del mundo, el Comité Organizador del evento pospuso el festival para julio de 2021 y en su lugar celebrarán una edición homenaje del tres al nueve de julio del presente año, sustentada en el recordatorio de las 39 ediciones anteriores.

Las actividades que se desarrollarán con la colaboración de los medios de prensa del territorio se encaminan a promover la 40 Fiesta del Fuego y la Casa del Caribe, por lo que se prevé cuando las circunstancias lo permitan, la realización de varias acciones en homenaje a esa institución que durante cuatro décadas ha propiciado el encuentro entre culturas y portadores de tradiciones.

El próximo año cuando abran las puertas de la edición 40 del Festival del Caribe en Santiago de Cuba, repicarán más fuertes que nunca los tambores por la añoranza de una de un año sin celebración real y las fuerzas a seguir conservando y protegiendo un evento como este que es vital para el encuentro y consolidación de lasos amistosos entre naciones caribeñas.