El Premio Nacional de Artes Plásticas 2015 fue entregado en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) al creador abstraccionista Pedro de Oráa, por el ministro de Cultura Julián González y el presidente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, Rubén del Valle Lantarón.
El artista de 84 años, con una extensa trayectoria dedicada a la abstracción, agradeció el reconocimiento y afirmó que este constituía, más que un premio personal, una distinción al movimiento estético del cual forma parte, surgido en Cuba durante la década de los 50.
“No olvido el imprescindible aporte de la obra de Antonio Vidal, con quien se revalorizaría la presencia histórica del abstraccionismo en Cuba a partir de serle concedido el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1999. Son los plásticos abstractos los acreedores en realidad de este galardón, y me alienta saber que hoy se multiplican los creadores de la escultura y la plástica abstracta entre las nuevas generaciones de artistas, a los cuales nadie se atrevería a criticar su aporte en la cultura cubana”, expresó Oráa.
El jurado, presidido por Lázaro Saavedra, Premio Nacional de Artes Plásticas 2014, distinguió la obra de Oráa entre una treintena de propuestas, destacando sus más de 50 años de sostenida labor artística que le han permitido consolidar una obra de excelencia.
El acta refiere, asimismo, que el pintor y escultor miembro del movimiento de los Diez Pintores Concretos, se ha distinguido por sus aportes como diseñador gráfico, crítico de arte, poeta, narrador y ensayista, logros que lo definen como uno de los intelectuales más reconocidos dentro y fuera de Cuba.
Pedro de Oráa se graduó de la Especialidad de Pintura y Escultura en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro y de Construcción Civil en la Escuela de Artes y Oficios de La Habana. Sus obras se encuentran en colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, la Fundación Patrick Lannan transferidas al Godwin Tenbach Museum de New York, el Museo de Arte Cubano de Viena, las reservas del Museo Universitario del Chopo, México, y en la Galería Nacional de Sofía, además de colecciones privadas en América Latina, Estados Unidos y Europa.
El Premio Nacional de Artes Plásticas, máximo reconocimiento que se entrega anualmente a un creador cubano residente en el país por la obra de toda la vida, fue otorgado por vez primera en 1994 y distingue los aportes decisivos de sus acreedores al desarrollo y la historia de las artes visuales en Cuba.
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