Hoy me siento muy contento porque parece que ..."/> Hoy me siento muy contento porque parece que ..."/> Portal Cubarte  -  Choco: “He tratado de hacer mi obra sin pensar en alcanzar un galardón” / Por: Adalys Pérez Suárez

Choco: “He tratado de hacer mi obra sin pensar en alcanzar un galardón” / Por: Adalys Pérez Suárez


choco-he-tratado-de-hacer-mi-obra-sin-pensar-en-alcanzar-un-galardon-por-adalys-perez-suarez
Foto: Cortesía de la autora.

 

Taller del Sol ha nombrado Eduardo Roca Salazar, Choco, su espacio de trabajo en La Habana Vieja; nombre que le viene por la calle donde está ubicado. Sin embargo, llamarlo así está también muy a tono con la cálida y luminosa personalidad de quien en días pasados se convirtió en el Premio Nacional de Artes Plásticas 2017.

¿Cómo fue que se inició en el grabado?

Yo me gradué en la Escuela Nacional de Arte en la Cátedra de Pintura, en el año 70. Una fecha bastante complicada para todo el mundo. Para todos los que queremos este país.

Cada uno “dio el paso” y yo lo di en el Taller Experimental de Gráfica de La Habana; porque creo que cuando uno tiene algo que decir, tiene que hacerlo con lo que sea.

En ese momento yo no era grabador. Tomás Sánchez me ayudó mucho, Contino, Frémez, Roger Aguilar y toda esa gente que trabajaba allí. Por tanto, me dieron la posibilidad de no colgar los guantes, como dicen los boxeadores, y seguir haciendo arte por medio del grabado. Durante muchos años estuve trabajándolo con mucha fuerza, en Cuba y en el extranjero.

Creo que cada una de las manifestaciones de las artes plásticas, si tú las quieres, si tú las dominas, te pueden engrandecer el alma, tu obra.

Yo he podido hacer cerámica, escultura en bronce, en madera; colagrafía, grabado en metal, litografía, pintura al caballete…En fin, ampliar mi obra y que, en cada una de esas expresiones plásticas, la gente siempre me haya podido identificar. Esa es una de las cosas más importantes.

Tú no puedes ver mi obra por separado: el grabado o la pintura. Todo tiene un factor común que lo une. Sea la textura, sea la forma de decir. Y esto ha engrandecido mi obra.

¿Cómo tributa a esto su vínculo con la docencia?

Esa es otra problemática. Yo digo que no todos los pintores, así sean estelares, pueden ser buenos maestros. Yo hice todo mi esfuerzo. Pienso que le debo profundamente a una señora que se llamaba Antonia Eiriz, que me ayudó muchísimo a formarme en la docencia también.

Y pude dar mis primeros pasos en San Alejandro. Haciendo el servicio social en la Escuela José Joaquín Tejada de Santiago de Cuba, con importantísimos pintores que me ayudaron a formarme como maestro.

La docencia a mí me encanta. Lo que pasa es que cuando ya tú tienes compromisos como artista plástico, te quita tiempo.

¿En el taller no tiene alumnos?

El Instituto Superior de Arte me dio un título maravilloso, el de Profesor Consultante. De vez en cuando tengo uno o dos estudiantes del Instituto que vienen al taller a profundizar su aprendizaje en relación fundamentalmente con la gráfica y la colagrafía, que siento es el arma principal que ha unido toda mi obra a lo largo de 30 o 40 años.

Más allá del talento, del oficio que pueda tener y de la aceptación del público, pienso que el calor de la familia, de los amigos y de la comunidad, ha sido muy importante para Ud. como artista.

Sin eso no podría existir mi obra. Pienso que hay un vínculo muy fuerte entre ella y la gente que está a mi alrededor, los vecinos y, fundamentalmente, mi familia. Desde oriente hasta occidente. Creo que ese es el cordón umbilical de todo lo que he podido hacer. Por ahí ha venido todo lo que me nutre para que mi obra sea cada día más digna.

Ud. se inició como artista en los años 70, una etapa muy difícil para el país. Hoy es Premio Nacional de Artes Plásticas. ¿A qué le atribuye haber podido sortear exitosamente tantas dificultades?

Siempre he tratado de hacer mi obra sin pensar que voy a alcanzar un galardón. En lo que hago he tratado de ser lo más elocuente posible, para que la gente lo pueda enjuiciar.

Hoy me siento muy contento porque parece que yo mismo no me he dejado mentir en relación con lo que quiero que la gente sienta. Cada día hay quienes me dicen cosas que pienso no me las merezco. Pero cuando me las dicen de esa forma me da un regocijo tremendo, porque muchas veces son personas que no tienen nada que ver con las artes. Me lo dicen de corazón. Me siento feliz porque creo que he sido consecuente con la gente que me quiere.

 

 

Publicado: 10 de noviembre de 2017.


0 comentarios

Deje un comentario



v5.1 ©2019
Desarrollado por Cubarte