Con el Himno de Bayamo, en las voces de uno de los coros de la Escuela Nacional de Arte (Ena) inició la gala por el 60 aniversario de la Escuela Nacional de Música que pertenece esa institución cultural.

Diversidad de géneros, estilos y formatos dieron color a una gala que sirvió para que Marta Campos, vicepresidenta de la Asociación de Músicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, enalteciera la obra del Premio Nacional de Música, Joaquín Betancourt. Por sus aportes a la cultura nacional le fue entregado en la ceremonia el sello 60 Aniversario de la Fundación de la Uneac.

Después fue el turno del formato de cuarteto, integrado por tres violines y un contrabajo, para interpretar temas reconocidos del repertorio cubano como “Toma chocolate”. Seguido, llegó hasta el escenario la sesión de viento, con una ejecución perfecta de flautas. Lorena Domínguez cantó el icónico tema de Adolfo Guzmán “No puedo ser feliz”.

Saxofones, trompetas y trombones mostraron también la calidad del sistema de enseñanza artístico de Cuba. Una ejecución del piano tampoco podía faltar.

La gala cerró con la Jazz Band de Joaquín Betancourt, compuesta por músicos graduados de la Escuela Nacional de Música. Al ritmo de “Manteca”, de la autoría del propio Betancourt, bajo el telón y concluyó el espectáculo.

Con el público de pie terminó el espectáculo que no fue más que una reverencia de sus alumnos a una escuela que ha encontrado y formado el talento.

La fundación de la Escuela Nacional de Arte en 1962 dio inicio a la extraordinaria expansión de la enseñanza artística, como una de las obras más trascendentales y hermosas de la Revolución Cubana expresada en el desarrollo y prestigio alcanzado por el arte en Cuba. Los mejores especialistas de las ramas del arte y un fuerte equipo de profesionales de formación general constituyeron el primer claustro.

En marzo de 1962, a partir de un estudio general sobre la enseñanza artística, se ve la posibilidad de crear un centro multidisciplinario donde se encontraran las artes y donde hubiera una vinculación entre los alumnos de todas las ramas artísticas. Así se crea la Escuela Nacional de Arte. En la misma se constituirían cuatro especialidades: Ballet, Música, Arte Dramático y Artes Plásticas.