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Archivos militares españoles: Una mina de información sobre las guerras por la independencia de Cuba


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Centro Cultural Dulce María Loynaz.

Una vez más el Centro Cultural Dulce María Loynaz, fue sede de una conferencia cuyo contenido principal, para muchos aún desconocido y que por su repercusión y la estrecha relación que guarda con nuestro patrimonio histórico-cultural representa un inagotable caudal de conocimientos, de experiencias vividas y de valoraciones múltiples. Las Guerras de Independencia de Cuba en los archivos militares españoles (1868-1898) fue el tema analizado en el espacio Memorias de la Guerra, conducido por el historiador cubano doctor Yoel Cordoví.

En esa ocasión dicho espacio contó con la presencia del prestigioso investigador e historiador doctor René González Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba, quien informó sobre su más reciente visita a los archivos militares españoles contentivos de gran cantidad de documentos —muchos sin registrar o indexar—, referidos a nuestras tres contiendas independentistas del siglo XIX, y las posibilidades existentes con vista a la realización de intercambios académicos y culturales con dichas instituciones hispanas, “para que dicha información relacionada con Cuba —expresó Cordoví—, pueda darse a conocer teniendo en cuenta todo lo que ello implicaría para una mayor profundización en el conocimiento de nuestra Historia”.

Al inicio de su intervención el Presidente del Instituto de Historia agradeció al coronel José Pardo de Santallana,  agregado de Defensa de la embajada de España en nuestro país —presente en la reunión—, su colaboración “pues sin ella los alcances y los pasos que hemos dado con vista al rescate del patrimonio histórico cubano y español y el acercamiento en el rescate de la historia militar de ambos países, hubiesen sido imposibles de materializarse. Debo recordar que en 1999, se realizaron algunos acercamientos entre militares cubanos y españoles, y en el período 2001-2002 se preparó una gran comisión de trabajo para llevar a vías de hecho un proyecto parecido al que realizamos actualmente pero que, por diversas razones, no fructificó”.

“Sin embargo, con la llegada de Pardo de Santallana a La Habana —quien además de ser militar de carrera, es también historiador—, le lanzamos el reto de continuar el camino emprendido por el capitán Jiménez de Sandoval, quien en 1913 hizo entrega de toda la documentación y pertenencias ocupadas a nuestro José Martí en el momento de su caída en combate en Dos Ríos al principal representante de la isla en la Embajada de Cuba en Madrid  (un hijo de Calixto García), las que había guardado consigo pues: Aquello le pertenecía a Cuba, no a España. Este relato histórico verídico se lo hicimos saber al coronel Pardo quien, desde el primer momento, mostró una estrecha comunicación e identidad con nosotros (…) Así se preparó y organizó un programa para atender nuestros intereses relacionados con la historia de las guerras de independencia de Cuba desde el punto de vista histórico-militar. Y todo ello gracias al interés y a la voluntad de hacer del coronel Pardo de Santallana”

Acerca de su reciente viaje a España, el Investigador cubano destacó que tuvo la oportunidad de dar tres conferencias. La primera titulada Viejas y nuevas fuentes para el estudio de las guerras por la independencia de Cuba —impartida en el Instituto de Historia y Cultura militar—, provocó gran interés en los militares hispanos y contó con la asistencia de militares de diferentes jerarquías, directivos de archivos y bibliotecas, entre otros, “y tuvo como objetivo principal despertar el interés y la motivación en el acceso y trabajo con viejas fuentes por su fecha de ingreso a los archivos pero las que, al mismo tiempo son nuevas, para los historiadores cubanos y españoles, al permanecer todas aún sin catalogar e indexar en los fondos de archivos del Ministerio español de Defensa, en el Archivo histórico-militar, al igual que en el de Segovia. En esa conferencia abordamos los innumerables temas, qué contenidos en legajos aún no han sido investigados por la historia militar de ambos países —entre ellos, alto mando militar, guerra en el mar, cuerpos de voluntarios, sanidad militar, la logística, milicias, guerrillas, ingeniería militar…—, todos contentivos en centenares de cajas, tan solo con una clasificación general sin evaluación alguna (legajos de tal y más cual tema), al igual que los relacionados con los documentos ocupados a la insurgencia cubana.”

La segunda conferencia, efectuada en Casa América, versó sobre Los Capitanes generales de España en Cuba (1868-1898) y la tercera, celebrada en el Centro de Estudios Superiores de la Defensa, se dedicó a Mambises contra españoles. Visión cubana del adversario, la que valora las opiniones de los jefes mambises cubanos sobre los españoles y viceversa. Los debates fueron muy interesantes y en los tres escenarios en que se realizaron dichas conferencias asistieron también descendientes de ex generales que participaron como miembros del Ejército español en nuestras contiendas independentistas.

Entre los descendientes, el doctor González Barrios mencionó a la nieta de Adolfo Jiménez Castellanos, último capitán general que estuvo en la Isla, además de los nietos de los generales Enrique Boniche, Luis Pando, Zacarías González, Cervera, de Vara del Rey —de quien Enrique Collazo dijo que aquel había salvado el honor de España por su caballerosidad, honorabilidad… y que en ese país debieran existir bustos en recordación a ese oficial, entre otros—; “muy emocionado por tal recordatorio, el nieto de Vara del Rey nos donó la hoja de servicios de su abuelo al igual que otros documentos. Explicamos que, en la actualidad, la parte cubana trabaja en la confección del Diccionario geográfico militar de los generales españoles en la Isla. Todo ello enriqueció el intercambio y, en realidad tuvieron gran acogida los temas de las conferencias y, sobre todo, en la fase de intercambio documental que se efectuó. Realmente, y como bien ha atestiguado en varias oportunidades el también historiador e investigador cubano Gustavo Placer, los archivos militares españoles son una mina de información referida a nuestras contiendas independentistas (…) Sin lugar a dudas que la famosa frase de Más se perdió en Cuba está aún vigente entre los españoles. Vive en muchísimas familias de ese país cuyos ascendientes tuvieron participación en nuestras guerras”.

Seguidamente el Presidente del Instituto de Historia de Cuba recalcó que “la inmensa mayoría de la información vinculada a las contiendas independentistas de Cuba están clasificadas en sus fondos generales; lo que no está indexado o catalogado como tales son, en lo esencial, los fondos documentales ocupados a los insurrectos. Son cientos de cajas (reiteró) —y si hablamos de fondos tendríamos que decir miles de cajas—, contentivas de un gran cúmulo de información para la realización de un trabajo de procesamiento muy riguroso, especializado, y con vistas al cual se adolece de personal para su realización.

“Lo más importante para los cubanos son los fondos relacionados con nuestras luchas independentistas (…) Sí estimo que con el debate e intercambio historiográfico pueden darse pasos, pues todo ello llama a la reflexión no solo a militares hispanos, sino también a civiles (de diversas profesiones) que estudian historia militar (Regreso con honor, se titula la página web de esos últimos, que abordan nuestras luchas independentistas), quienes nos han tributado colecciones de libros en formato pdf y así poder apreciar así la historia a partir de las fuentes del adversario hispano (…) Hay mucho, mucho más por investigar, estudiar  y profundizar sobre las guerras por la independencia de Cuba sobre todo si partimos de una visión más objetiva y tratando de acceder a las fuentes de información de ambos mandos. Por ejemplo, el general español Alfonso de la Rosa es uno de los más interesados porque se logre la catalogación e indexación de los fondos de las guerras.”

“En estos momentos trabajamos en la formulación de una propuesta a la parte española para iniciar un trabajo conjunto. La dificultad principal por la parte hispana estriba en la falta de personal especializado para el trabajo en los fondos de archivo y para hacer el proceso de catalogación. Una labor bastante cara en España. En el caso de Cuba haremos la indexación, la catalogación y el levantamiento de toda la documentación que poseemos y que no cuenta en los archivos históricos españoles (…) Nosotros, en este sentido, proponemos ubicar al menos un especialista en historia militar de la Isla con vista al proceso de catalogación”.

En otra parte de su intervención el Especialista afirmó que “en el Archivo y Biblioteca de la Historia Militar de España puedes encontrar tanto correspondencia de mambises, como mapas, ordenanzas… Todo, perfectamente organizado (…) Igualmente, las colecciones de periódicos y revistas vinculadas con la historia militar de Cuba son fabulosas. Los españoles poseen todas las revistas militares publicadas en la Isla desde 1902 hasta 1958. Publicaciones con las que nosotros no contamos y que podrían ser materiales de intercambio. Mientras que Cuba posee publicaciones militares hispanas que allá no existen, como es el caso del Diario del Ejército (1892-1898). Todo esto, por supuesto, propicia un buen intercambio documental”.

A continuación rememoró que en el Museo Histórico de Toledo —el segundo más visitado en España, luego de El Prado—,  le llevaron a sus almacenes donde conservan uniformes del ejército español desde la Edad Media hasta la actualidad; piezas antiguas de lujo de la artillería; banderas de las unidades militares que pelearon en la isla; los uniformes de las distintas fuerzas acantonadas en Cuba; allí se conservan también un machete-espada del Mayor General Antonio Maceo, y un machetín (curvo y pequeño) de Máximo Gómez; posee además dicho Museo (interactivo moderno) infinidad de fotos de militares españoles que pelearon en nuestras guerras.

Por su parte, el Archivo General de Segovia guarda las hojas de servicios, expedientes de los militares hispanos que participaron en nuestras contiendas, entre otros documentos. “Sin embargo, algunos de esos los conservamos nosotros aquí; experiencia que puede tributar un buen intercambio militar (…), al igual que el Diccionario Biográfico Militar de los generales hispanos participantes en nuestras contiendas (unos 300), confeccionado por militares cubanos, ejemplar que le mostramos al Director de dicha institución”.

Asimismo y, entre otras muchas anécdotas acontecidas en el Archivo General de Segovia —como la muestra del telegrama donde se informa de la caída en combate del General Antonio Maceo, y la felicitación correspondiente al comandante Cirujeda—, el Historiador cubano trajo consigo el expediente del Generalísimo Máximo Gómez en su época de comandante de la reserva del ejército español, las entrevistas realizadas a él como militar (Joven yo y sin verdadero discernimiento…). “Documento —puntualizó—, entregado al Director del Archivo General de la Nación de República Dominicana”.

En Segovia le fue mostrada toda la documentación referida a los períodos de mandato de capitanes generales como Miguel Tacón, Jerónimo Valdés (su hoja de servicios), Leopoldo O´Donnell, Lersundi, Martínez Campos… además de tres legajos contentivos de las causas seguidas contra Carlos Manuel de Céspedes con motivo de su alzamiento en armas el 10 de Octubre de 1868, y contra Calixto García por la rebelión de la Guerra Chiquita. Dicho Archivo también recoge mapas de batallas, revistas, partes de guerra…Un universo de información militar referida a nuestras guerras por la independencia.

En opinión del doctor González Barrios: “Uno de los elementos más importantes de esta visita es la posibilidad de intercambiar criterios y visiones entre historiadores cubanos y españoles, algo inexistente hasta la fecha como consecuencia de la falta de comunicación (histórica) durante algún tiempo. Esto ha traído consigo que los académicos de la Península hayan escrito su historia a partir de sus fuentes (y viceversa), y que todo ello promueva el surgimiento de elementos que obligatoriamente convocan al intercambio y a la reflexión. Expongo un ejemplo y es el relacionado con la visión que tienen muchos historiadores militares hispanos en relación con el carácter de nuestras contiendas independentistas al calificarlo como guerra civil. En este aspecto plantean que fueron ciudadanos cubanos los que combatieron, al ser la Isla colonia de España. Este criterio generó un proceso de intercambio de ideas y argumentos sumamente importante. Al respecto hay que tener en cuenta que el proceso independentista en Cuba no surge a partir del inicio de la Guerra de los Diez Años, sino mucho antes: desde la década del veinte del siglo XIX, en que los cubanos comienzan a luchar por despojarse del dominio colonial.”

Otro aspecto abordado en esta visita fue el surgido a partir de un planteamiento de un historiador militar hispano (Javier Navarro), quien haciendo referencia a la Campaña de Pinar del Río (1897) señaló que el 60% de las bajas del ejército hispano eran cubanos. Asimismo, Primo de Rivera afirmaba el haber combatido con un alto honor contra el más grande general español en Cuba: el General Antonio Maceo, tomando como referencia que los ciudadanos de la Isla eran todos españoles, al ser esta a su vez colonia de la Metrópoli (…)Todos estos son elementos que nos reafirman la importancia de continuar profundizando aún más en nuestros estudios, investigaciones y, por supuesto, en el intercambio y debates de ideas y criterios entre militares y académicos de ambas partes.”

Finalmente y en relación con su visita a República Dominicana, el Presidente del Instituto de Historia de Cuba, hizo referencia a la presentación en esa nación caribeña (en versión más detallada), del título Máximo Gómez, utopía y realidad de una República, de Yoel Cordoví —su tesis de estudiante convertida en obra histórica—, y que corresponde al período entre 1898 y 1905, la etapa menos conocida del Generalísimo.

“Los dominicanos, inmersos también en nuestro proyecto correspondiente a las obras completas de Gómez y Maceo, nos brindaron toda su disposición para asumir el proyecto como propio. Aceptaron la búsqueda de toda la información referida a ambos jefes militares existente en ese país, Puerto Rico, Panamá, Colombia…y tributaron además a nuestra institución, en intercambio bibliográfico digital, todas las revistas y periódicos dominicanos del siglo XIX y de la primera mitad del veinte. Al mismo tiempo, para los Museos de Baní y Montecristi estamos preparando bibliotecas básicas de Máximo Gómez y de la historia de las guerras de independencia”.

Por su parte el doctor Cordoví destacó, sobre la visita efectuada a República Dominicana por su colega González Barrios y, en específico, al Archivo General de la Nación, que “se abrieron perspectivas de investigación no solo desde el punto de vista de recuperación e intercambio académico, sino también desde el punto de vista cultural en el trabajo con los Museos de Baní y de Montecristi. Son nuevos caminos que se abren para la investigación histórica en ese país tan cercano a nosotros, al igual que en España, o dondequiera que existan historias comunes y acervo documental que nos puedan nutrir”.


2 comentarios

Sílvia Fernandez
20 de Febrero de 2018 a las 22:27

Donde puedo conseguir (comprar) un uniforme del ejército español durante la guerra de Independencia 1895?


Darmar Urdanivia Cumaná
1 de Julio de 2019 a las 08:11

Necesito saber mi tatarabuelo nombrado Antonio Guimerá Soto que vino a Cuba como militar cuando la guerra de independencia

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