Sin dudas, el doctor Juan Marinello hizo justicia al calificar a Don Fernando Ortiz Fernández (La Habana, 16 de julio de 1881-10 de abril de 1969), Tercer descubridor de Cuba, reconociendo de esta forma el insuperable e inédito aporte que en cuanto a investigación cultural hiciera en su época, donde destaca de manera robusta su concepto de transculturación, extraordinaria contribución a la antropología cultural.

Es en su obra fundacional Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar donde introduce por vez primera este concepto, considerado como uno de sus mayores aportes a la antropología cultural por Bronislaw Maniloswski (Polonia, 1884-Estados Unidos, 1942), fundador de la antropología social británica.

A propósito del término, dice Ortiz:

«Hemos escogido el vocablo transculturación para expresar los variadísimos fenómenos que se originan en Cuba por las complejísimas transmutaciones de culturas que aquí se verifican, sin conocer las cuales es imposible entender la evolución del pueblo cubano, así en lo económico como en lo institucional, jurídico, ético, religioso, artístico, lingüístico, psicológico, sexual y en los demás aspectos de su vida»*.

Resumir la biografía del más importante etnólogo y antropólogo cubano, es harto difícil, pues asumió en su vida un conjunto de ocupaciones, a saber, antropólogo, jurista, arqueólogo, periodista, criminólogo, etnólogo, lingüista, musicólogo, folklorista, economista, historiador y geógrafo, las cuales se complementaron para dar como resultado una obra de reconocido valor cultural universal que fue declarada el 16 de julio del año 2019 Patrimonio Cultural de la Nación en una ceremonia que tuvo lugar en el aula magna del Colegio Universitario San Gerónimo, en el Centro Histórico de La Habana, al conmemorarse el aniversario 138 de su nacimiento.

Novedosa y audaz fue su posición en el empeño por reivindicar a los negros en la sociedad cubana y el ingénito legado cultural africano; en este sentido señala:

«Los negros trajeron con sus cuerpos sus espíritus, pero no sus instituciones, ni su instrumentario. Vinieron negros con multitud de procedencias, razas, lenguajes, culturas, clases, sexos y edades, confundidos en los barcos y barracones de la trata y socialmente igualados en un mismo régimen de esclavitud. Llegaron arrancados, heridos y trozados como las cañas en el ingenio y como éstas fueron molidos y estrujados para sacarles su jugo de trabajo»*.

Con respecto a este amplio tema merecen mencionarse algunos aspectos que se desarrollan en sus obras: el histórico, en Los negros esclavos (1916); el filológico, en Glosario de afronegrismos (1924); y el etnográfico y folklórico en La africanía de la música folklórica de Cuba (1952) y Los bailes y el teatro de los negros en el Folklore de Cuba (1953).

Fernando Ortiz creó, fundó y editó gran cantidad de revistas cubanas y colaboró en numerosos órganos de prensa extranjeros; fue fundador de instituciones culturales que a lo largo de su vida contribuyeron a ampliar las concepciones no eurocéntricas de la antropología cultural y la historiografía en Cuba.

Fue Miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País, a partir de 1907, presidente, en 1923, y   Socio de Mérito en 1931. En la Biblioteca de la propia Sociedad fundó, junto al importante intelectual cubano José María Chacón y Calvo, la Sociedad del Folklore Cubano, en 1924.

Como jurista fue autor de numerosas obras, de especial significación el Proyecto de Código Criminal Cubano, editado en 1926.

Entre los numerosos   reconocimientos y distinciones, que se le confirieron se hacen notar la medalla de socio de mérito de la Sociedad Económica de Madrid, en 1928, y los títulos de Doctor Honoris Causa, en Humanidades por la Universidad de Colombia, en Etnografía por la Universidad de Cuzco, y en Derecho por la Universidad de Santa Clara, entre otras.

Logró fusionar su actividad como escritor e investigador con su labor de activismo social, de hombre público, y siempre adoptó posiciones de compromiso social y de un positivismo progresista muy avanzado; a la par su obra tuvo una proyección   trasgresora y rompió todos los esquemas de la concepción de la cultura cubana.

El poeta y etnólogo Miguel Barnet, presidente de honor de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y presidente de la Fundación Fernando Ortiz, ha asegurado al referirse a Don Fernando Ortiz:

«Es y será siempre el hombre más útil del siglo XX, sobretodo en las Ciencias Sociales, no creo que haya habido ningún intelectual de su altura y calado ideológico y cultural en toda la República (…)   la inmensidad y trascendencia de su obra cada día adquiere más vigencia pues cada día se define más la sociedad cubana y se define la identidad de la nación a partir de los presupuestos de su obra ».

Nota:

*Ambas notas: Ortiz, Fernando. «Del fenómeno social de la transculturación y de su importancia en Cuba» en Contrapunteo Cubano del Tabaco y el Azúcar.-La Habana, Consejo Nacional de Cultura, 1963. Pág. 98 -104.