Primera Escuela de Clown en Cuba


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De manera simbólica los estudiantes recibieron ya su nariz de payaso. Foto: Leidys María Labrador Herrera. Tomada de Granma.

La oriental provincia de Las Tunas fue el escenario donde la compañía Teatro Tuyo del dramaturgo Ernesto Parra, ha devenido en Academia Nacional de Clown. Con una experiencia en el medio de casi 20 años y abordando en escena temáticas donde la crítica, a través de la risa, toca aspectos sociales y políticos, en tanto la experiencia teatral se impone, recrea un juego inteligente y la capacidad de expresarse espontáneamente, libres de tabúes y prejuicios. Es así que el clown es visto como medio para hacer reír, con una mirada sobre el mundo y los intentos de volar por encima de los fracasos.

Descubrir aspectos identitarios de nuestro clown y transmitirlo a nuevas generaciones es básico en los objetivos de esta naciente enseñanza artística, dada la responsabilidad de una labor que con el tiempo se irá perfeccionando. El trabajo del clown es un excelente entrenamiento para los artistas de todas las disciplinas de las artes escénicas y en donde se incorpora lo que va aconteciendo sobre el escenario. Este entrenamiento permite superar el miedo al ridículo y a la exposición, y poder recuperar la capacidad de jugar. Siempre que se haga con conciencia, con una técnica profunda y con la pasión por el deleite que permite transitar por el placer de jugar, de convertir el entrenamiento en fuerza escénica y compartirlo con el público. Un arte con contenido, que comunique valores e ideas a través de la risa. El medio para llegar al fin: emocionar, la seguridad del trabajo continuo y una manera única de crear hecha de anhelos y pretensiones, de las tablas a las aulas.

Desde el espectáculo, el clown tiene mucho que decir, aprovechar la propia personalidad de cada estudiante, fusionar el hecho mágico de convertir el juego en material escénico y la composición del propio clown con elementos que consideramos negativos; además de encontrar en el cuerpo y el intelecto, el material de trabajo de la dinámica y representación teatral.

Ernesto Parra Borroto, actor y líder de Teatro Tuyo. Foto tomada de Cubaescena.

A pesar de que las experiencias en academias en este arte se encuentran en Europa, la cantera cubana no es poca; siendo la bibliografía nacional que se puede consultar escasa, lo que hace que los primeros pasos vayan de la mano mayoritariamente de las vivencias actorales y del estudio de actuación en otras especialidades.

Esta enseñanza exigirá del actor una gran concentración, una enorme presencia escénica, equilibrio y dedicación. Preparará el instrumento de trabajo del actor: su cuerpo; para desarrollar las máximas capacidades expresivas, desde la respiración, la calma y el ingenio. Lejos de limitar la expresión, vuelven el trabajo cada vez más rico, variado e interesante. Haciendo que la improvisación del estudiantado descubra su propia forma de hacer en el escenario, sin guiarse por estereotipos. Que los alumnos comiencen a reconocer su propio clown y que aprendan a dejarse llevar por sus impulsos en escena para hacer vivir cada personaje.

Aunando voluntades, la Escuela Clown en Cuba es un hecho que se agradece gracias a la acción de los ministerios de Cultura y Educación, el Consejo Nacional de Enseñanza Artística, el grupo Teatro Tuyo y las autoridades de Las Tunas. Un logro para la enseñanza artística, un paso en el reconocimiento de la esencia del clown en la Isla, un sueño hecho realidad para muchos.


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