MICE Cuba: El cine, entre el divertimento y el aprendizaje


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II Muestra Internacional de Cine Educativo comienza en Cuba

 

Lucía, una niña «yoreme» (indígena) del norte de
México, sueña con sanar el corazón triste de su padre
tocando el arpa, la cual, tradicionalmente solo la tocan
los hombres de su comunidad.

Sinopsis de «Corazón de mezquite». Ana Laura Calderón

¿Es el cine para niños y niñas solo un divertimento? ¿Más allá del pasatiempo, se puede atribuir al cine infantil contenidos pedagógicos de base? ¿Qué nos encontramos cuando repasamos un listado de películas dirigidas al público infantil en un festival preocupado por los contenidos?

Tenemos a veces la falsa idea de que nuestros jóvenes no son capaces de entender los mensajes que les dirigen los medios, que el audiovisual es solo un pasatiempo, un cubrir las horas con contenidos sin importancia y vacuos en mensajes. Pero muy lejos de la realidad estamos si pensamos esto. El poder del audiovisual trasciende el puro divertimento lúdico. Y, más que en otro segmento de población, en la edad infantil es donde más calan estas acciones.

Tanto en positivo como en negativo, el cine constituye una fuente de valores, en especial para los más pequeños de la sociedad.

Cuando se considera al niño como un sujeto activo, capaz de reflexionar, analizar y cuestionarse el mundo en el que vive, estamos expandiendo su diapasón de consumo. El consumo audiovisual infantil es un terreno que aún puede considerarse limitado. Esto, hasta tanto a nivel popular se siga considerando como una buena película para niños aquella que cumple estrictamente con ciertas estéticas y cánones narrativos que provienen de regiones particulares del planeta. Mientras tanto, cuando se recurre plenamente a la empatía con la intensión de transmitir un mensaje y no a los efectos especiales vacíos, se multiplican exponencialmente las experiencias, sensibilidades, alegrías o tristezas que permiten al cine ejercer su utilidad educativa.

La Muestra Internacional de Cine Educativo (MICE) surgió hace ya una década en Valencia, España, como iniciativa del maestro Josep Arbiol. Con vasta experiencia en el trabajo con niños y en la educomunicación, Arbiol se lanzó a fundar la MICE luego de recoger las experiencias de los festivales de cine donde participaban las películas hechas por sus alumnos. Este evento está concebido a la inversa de los festivales habituales, donde regularmente la sección educativa tiene un carácter secundario. En este caso, la sección secundaria con carácter informativo es la conformada por películas profesionales, o sea, hechas por adultos. Las obras audiovisuales realizadas por niños, adolescentes y jóvenes en contextos educativos son las que forman la sección en concurso.

La MICE llegó a Cuba gracias a los estrechos vínculos que ha mantenido con la Red del Universo Audiovisual de la Niñez Latinoamericana (UNIAL), con más de treinta años de impacto, cuya sede actual se encuentra en el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello. UNIAL y MICE aunaron esfuerzos para que en Cuba tuviera lugar otra muestra de cine educativo, con la misma estructura que la original. Aprovechando las potencialidades del país caribeño, se tiene como fin contribuir anualmente en la alfabetización audiovisual de Cuba, y que irradie a Latinoamérica.



Desde el pasado 6 y hasta el 15 de mayo tiene lugar en Cuba la segunda Muestra Internacional de Cine Educativo, luego del éxito que tuvo una primera edición en La Habana en 2020. MICE Cuba llega este año con el apoyo de proyectos comunitarios de diferentes provincias. En Villa Clara (Rodando Fantasías), Cárdenas (Proyecto Arena), Güira de Melena (proyecto Kikirito) y Pinar del Río (cine Pinar) tienen lugar proyecciones, pasacalles y actividades de corte académico. Entre otras a destacar, se encuentran las clases magistrales de Thomas Kutschera, encargado de la animación de los dragones de la serie de HBO Game of Thrones. Además, cuenta con la presencia de destacadas personalidades del mundo del séptimo arte, como Michael Harbauer, director del Festival de Schlingel.

MICE Cuba

La exhibición tiene dos espacios fundamentales: las aulas de todas las escuelas primarias y secundarias del país, donde se proyectarán ocho muestras de películas hechas por niños, adolescentes y jóvenes divididas en cuatro focos: Latinoamérica, Extremadura (España), Internacional y Cuba). Mientras que, por otro lado, se encuentran las salas de cine, cuyo grueso de las exhibiciones tendrán lugar en el circuito 23.

Repasando el contenido de las proyecciones en cine de la 2 Muestra Internacional de Cine Educativo MICE Cuba, que tendrá lugar del 11 al 15 de mayo, nos encontramos con un abanico impresionante de trabajos de todo el mundo, entre los que destacan, obviamente, las obras realizadas en los focos principales de esta edición: México y Alemania. De una muestra total de 35 películas de la sección informativa, conformada por películas profesionales, sería oportuno estudiar algunas de las propuestas más relevantes.

Los niños de Cuba comenzarán a leer imágenes cuando, en la sala de cine, se pongan sobre los pies de una niña yoreme, nombre de una comunidad indígena mexicana. Conocerán a Lucía, personaje protagónico del filme mexicano Corazón de mezquite, dirigido por Ana Laura Calderón, recién galardonada en el Festival Internacional de Cine Infantil: KINEKO, de Tokio. Resulta interesante que una historia que se enmarca en un contexto considerado como minoritario pueda ser al mismo tiempo una historia universal, cuyo portavoz sea una niña. El sueño frustrado de Lucía de ser arpista, por ser este un arte limitado exclusivamente a los hombres, podría ser incomprendido por los niños de un contexto como el nuestro. Sin embargo, la búsqueda del lugar en la sociedad resulta un conflicto arquetípico que está sujeto a infinitas variables de carácter cultural. Exponer temas como la dominación machista y los efectos negativos de la tradición en la vida cotidiana no debe ser considerado algo escabroso para el público más joven, cuando en la práctica miles son los niños que sufren del maltrato físico y el abuso en diversas partes del mundo. La concientización se torna entonces, más que un propósito, una necesidad.

Por su parte, el filme Los lobos, nominado a los premios Goya 2022 como mejor película iberoamericana, del director mexicano Samuel Kishi, regresará a Cuba para ser expuesto al público infantil luego de haber participado en el 41 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. El largometraje aborda un tema sensible no solo para México, sino también para Cuba y el mundo: la emigración. La problemática de la identidad, el desamparo en un ambiente hostil y precario, hacen mella en la vida de Max (de 8 años) y Leo (de 5 años), mientras mantienen la esperanza de llegar un día a Disneylandia junto a su madre.

En esta segunda edición de MICE Cuba tenemos otro foco importante: Alemania, como país invitado de honor. De entre su extensa producción de cine para niños se halla una selección de 17 películas donde destaca A la altura de los ojos (Auf Augenhohe), de Evi Goldbrunner y Joachim Dollhopf. La paternidad inesperada de Tom se complejiza al padecer este de acondroplasia. Su hijo, que ha crecido en una casa de cuidado infantil, ha desarrollado expectativas en torno a una figura paterna idealizada y mediada por el bullying. Es que la acondroplasia puede considerarse un fenómeno que carece de miradas críticas, no solo en el cine, sino en el resto de las manifestaciones artísticas. La figura del enano, como se le conoce vulgarmente, pasa de ser en este largometraje el mero momento de comedia para convertirse en una lección acerca de complejos y estigmas.

Del propio contexto alemán llega una historia acerca del conflicto vocacional entre padres e hijos. Into the beat (2020), del director Stefan Westerwelle, pone en la piel de Katya, una estudiante de ballet, la responsabilidad de decidir entre dejarse llevar por su pasión por el baile del hiphop y decepcionar a sus padres, o cumplir las expectativas de estos y hacer las audiciones para la Escuela de Ballet de Nueva York. Mientras que del director Mark Schlichter se suma el mundo de fantasías de Alfons en La cuenta atrás para el caos (Alfons Jitterbit ), de 2019. Una película que describe los contrastes entre la desenfrenada imaginación de un niño y la incomprensión de los adultos. La vida de Alfons está moldeada por la hostilidad en su entorno escolar y familiar, pero deja un mensaje importante: los dilemas de la niñez no deben subestimarse ni medirse con una vara que le resulte ajena.

Chotu es un niño que debe trabajar para ayudar a sostener a su familia; por lo tanto, se le niega el acceso a la educación. Es el personaje de un niño indio, quien representa la vida de muchos otros que, aún en pleno siglo XXI, no saben cómo luce el aula de una escuela o un libro. El filme I’m Kalam (2011), del director Nila Madhab Panda, revela un universo que para un pionero cubano puede ser totalmente inimaginable, el del trabajo infantil. Chotu es, sin dudas, el rostro de la desigualdad.

Buñuel en el laberinto de las tortugas

Buñuel en el laberinto de las tortugas

Por supuesto que en una muestra dedicada al público más joven no podían faltar películas de dibujos animados. De la región de Extremadura, en España, se presenta la ganadora en 2020 del premio Goya a la mejor película de animación, Buñuel en el laberinto de las tortugas, de Salvador Simó. Un filme que emite significados más complejos en comparación con el resto de las obras abordadas, por lo que pudiera ser ideal para la exhibición a un público adolescente o joven. La cinta, inspirada en la novela gráfica de Fermín Solís, narra la experiencia apasionante de Buñuel al filmar su documental Las Hurdes, tierra sin pan. Representa las subjetividades del director español, en especial, cuando pone en valor su faceta surrealista. Al mismo tiempo que los dibujos recrean a Luis Buñuel, autor de Un perro Andaluz (1929) y El discreto encanto de la burguesía (1972), se revisten de un alto valor histórico al recordar una de las etapas más importantes del cine español.

Por último, figura el animado colombiano-uruguayo El libro de Lila, dirigido por Marcela Rincón en 2017. Un filme que ha participado en disimiles festivales alrededor del mundo, incluido el 39 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, donde fue premiada como mejor película animada.

Y así quedan recogidas las principales temáticas de la selección de películas profesionales, o hechas por adultos, que inundarán los cines del circuito 23, del 11 al 15 de mayo, durante la fiesta del audiovisual educativo. Filmes que abordan los más diversos contextos y realidades, pero que resultan aún más valiosos cuando invitan al autodescubrimiento.

 


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