Chalena en la memoria...


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Para dejar plasmado el afecto y respeto de la Casa de las Américas a la destacada musicóloga, investigadora, compositora y cantante peruana Chalena Vásquez, se presentó dedicado a su vida y obra el número 56 del Boletín Música en la sala Manuel Galich de la institución .

                                                      Dayana Mesa Giralt

 

 

El Premio Casa que ganó Chalena

Yo no conocía a Chalena antes de que ganáramos el Premio; sin embargo, después me di cuenta que había cosas que unían nuestros trabajos. Me he puesto a meditar durante algún tiempo qué pasaba que quedaba evidenciado en aquel primer premio de Musicología que organizaba la Casa de las Américas, a partir de la figura de mi profesor Argeliers León.

En aquel momento recién llegaba de Alemania, a donde Argeliers me había mandado a estudiar unos años antes; ellos reorganizaron mi cerebro, pero no dejé de ser latino y eso era lo importante. A veces los reordenamientos de los cerebros te obligan a abandonar la latinidad. Estoy diciendo esto por mí; pero creo que esto fue lo que le pasó tanto a Rosa Alarco como a Chalena. Los tres pertenecíamos a una generación que entendía que el mundo debía ser organizado mejor de lo que estaba, sobre todo nuestro mundo latino; y esa era la tarea que veíamos que nos tocaba, a pesar de tener sobre nuestras cabezas la herencia de figuras emblemáticas que habían trazado pautas —Mario de Andrade, Chávez en la Argentina... Tantas figuras grandes, vacas sagradas como solíamos decir, en un momento tan fuerte, que imponer un pensamiento no era fácil.

En Cuba Argeliers mantuvo los campos que habían sido abiertos por aquellos grandes pensadores a principios del siglo XX en la América Latina; pero entendió que esos mismos objetos de estudio debían permanecer, pero reenfocados hacia otras músicas: así aparecía lo afroperuano, lo afrocubano, y lo afro-muchas partes de la misma manera. Ya eso estaba abierto, descubierto, aquí en Cuba desde Fernando Ortiz hasta Argeliers, ¿qué más había que decir? Con esas interrogantes y sobre todo teniendo profesores directos que nos llevaban a continuar por ahí cuando ellos ya lo habían dicho todo.

Entonces el camino más seguido por todos— y creo que fue el caso tanto de Chalena como de Rosa Alarco y el mío— fue el de buscar en otras ciencias los métodos de organización, observación, descripción y análisis que no habían empleado todavía nuestros profesores, para distanciarnos un poco de ellos. Así, cuando se abren nuestros libros, nos encontramos partituras, cálculos matemáticos, transcripciones, estudios sociales, acústicos... Era tratar de objetivizar el estudio de la música más allá de la subjetividad tan grande que había adquirido en el siglo XIX y se había trasplantado por aquellas generaciones de inicios del siglo XX, y que pusieron los sistemas de análisis ya no a la música de élite, sino a la música de los pobres.

Esto ya se aleja de la musicología tradicional, ya se empezaba a romper con esa musicología tradicional de alguna forma. Ya no era la etnografía la que estaba liderando la Boletín Música # 56, 2021 83 observación que entonces se empezó a llamar sistémica por la aplicación de los cálculos matemáticos en ella.

Esa fue esta generación, y esto se ve claramente en los libros de ese primer Premio en general. Por ejemplo, en el de Rosa Alarco, que es casi una biografía, dice en su capítulo 4: «la música sublime no es, en su esencia, sino matemática pura». A mi libro, de pensamiento alemán, sumé dos capítulos: el histórico y el organológico. Qué casualidad que eso es lo mismo que ocurre con el libro de Chalena, quien también, antes de llegar a la práctica musical del siglo XIX, se centra en el análisis de datos demográficos... Donde quiera aparecía este pensamiento.

Argeliers quería esto para el Premio, él quería que reflejara a la América Latina. Ese pensamiento tenía que salir de ahí, y esto es un poco lo que demuestra el Premio Casa de las Américas que ganó Chalena.

                                                                                                                                    Olavo Alén

 

Tomado de la sección CHALENA EN LA MEMORIA... del número 56  del Boletín Música de la Casa de las Américas.

 


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